El centurión italiano, parte I


Llegó la primera derrota de la era Capello en liga. El Madrid ha perdido por la mínima ante el Getafe, se sabía que el de hoy era un desplazamiento difícil (pocos equipos puntuarán en este campo). El conjunto blanco no le perdió en ningún momento la cara al partido y tuvo opciones de empatar hasta el último suspiro del partido. El cenutrión italiano apenas tuvo tiempo para preparar este partido, al haber habido partidos de selecciones esta semana, la mayoría de jugadores (Casillas, etc) se incorporaron el jueves a los entrenamientos, mientras el Getafe tuvo quince días para preparar a conciencia el partido. Además, el desplazamiento a Getafe, no fue fácil, ante la imposibilidad de hacerlo por avión, se realizó por carretera, y los jugadores sufrieron en sus carnes las incomodidades del trayecto, a lo que hay que añadir el recibimiento del público, un recibimiento hostil para todo aquél que viene de la Comunidad madrileña, y la conocida animadversión del presidente del Getafe hacia el Real Madrid, como todo el mundo sabe Ángel Torres es un reconocido seguidor del club que todos sabemos.
Salió bien el Madrid, con su defensa de gala, y su gran pivote defensivo (Emerson y Diarra), por delante de ellos un inspirado Guti surtía de balones a los delanteros blancos que tuvieron sus opciones, aunque les faltó orientarse en el campo y saber la dirección de la portería rival. Helguera, la prolongación de Capello en el campo se eregía como un bastión defensivo inexpugnable y el Getafe apenas inquietaba la portería de Casillas. Así acabaron los primeros 45 minutos, con la sensación de que el gol estaba al caer, sólo era cuestión de chutar a portería.
Y con ese propósito, el cenutrión italiano, gran estratega, dió entrada a Raúl y Ronaldo por un sacrificado Cassano y un aguerrido y cansado Diarra. Era cuestión de tiempo que con tal artillería pesada en el campo el Madrid marcara su gol. Pero no fue así, y en una jugada aislada a balón parado del Getafe llegó el gol, un auténtico jarro de agua fría para los madridistas. Capello en el banquillo, se lamentaba de no haber tenido quince días para preparar el partido y las jugadas a balón parado, como sí los tuvo su homónimo, el teutón Bernd Schuster.
El partido estaba cuesta arriba para los blancos, pero no imposible, entonces Fabio, miró al banquillo, y observó que aún le quedaba artillería y pólvora, al ver a Robinho en el banquillo, jugador éste al que Capello mima con esmero dándole minutos en cuentagotas, para que no se eche a perder. Y en una decisión brillante, propia de un entrenador veterano como él, sustituyó al Beckham por Robinho, total sólo quedaban 25 minutos para acabar el partido, es que acaso podía preveer él que se le iba a lesionar algún jugador?
Se lanzaron los blancos a un ataque feroz contra la portería del Getafe, éstos se defendían como gato panza arriba, se veía venir el tanto del empate, sólo era cuestión de chutar entre los tres palos. En estas, el bravo Iván Helguera, se lesionaba, en parte debido a la acumulación de partidos que esta temporada había visto desde el sofá de su casa, y Capello reparó en que ya había hecho los tres cambios, y una sonrisa se adivinó en su rostro (suerte que ha sido Helguera, sí llega a ser el portero, lo tengo claro, pensó para sus adentros) Pero el Madrid, siguió peleando en pos del empate, ni siquiera la expulsión de un implicadísimo Ronaldo (es un fenómeno), parecía mermar la moral blanca. Pero no pudo ser, al final no se pudo completar la gesta heroica, y se cayó por un honroso 1 a 0. Mientras en el palco, el presidente Calderón, y el director técnico Mijatovic, se frotaban las manos al ver el pundonor y la garra del equipo. El camino marcado por el centurión italiano, es el correcto, que se prepare el Steaua y el Barça la semana que viene, porque a poco que chutemos entre los tres palos…